La Red de artistas, intelectuales y movimientos sociales en defensa de la humanidad (RedH), de la que somos parte como «Capitulo Uruguay», ha apostado desde siempre a dar voz a los que los grandes medios no la dan; de dar voz a los sin voz. Es por ello que difundimos este comunicado y exigimos la actuación urgente que detenga el genocidio sionista e imperial contra el Pueblo Palestino.
La oficina de prensa del Movimiento de Resistencia Islámico (Hamas) difundió el domingo 21 de enero 2024 una declaración en árabe y en inglés, traducida al castellano por Tlaxcala y POLITIKA.
Texto original en ingles:
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En nombre de Allah, el Misericordioso, el Muy Misericordioso, A nuestro inquebrantable pueblo palestino, a las naciones árabes e islámicas, a los pueblos libres del mundo y a quienes defienden la libertad, la justicia y la dignidad humana:
A la luz de la agresión israelí en curso contra la Franja de Gaza y Cisjordania, y mientras nuestro pueblo continúa su batalla por la independencia, la dignidad y la liberación de la ocupación más larga de la historia, durante la cual ha demostrado la mayor valentía y heroísmo al enfrentarse a la maquinaria asesina y la agresión israelíes,
Queremos aclarar a nuestro pueblo y a los pueblos libres del mundo la realidad de lo ocurrido el 7 de octubre, sus motivaciones, su contexto general vinculado a la causa palestina, refutar las acusaciones israelíes y poner los hechos en perspectiva.
Primero: ¿Por qué la Operación Diluvio de Al Aqsa?
1.- La batalla del pueblo palestino contra la ocupación y el colonialismo no comenzó el 7 de octubre, sino hace 105 años, incluidos 30 años de colonialismo británico y 75 años de ocupación sionista. En 1918, el pueblo palestino poseía el 98,5% de la tierra de Palestina y representaba el 92% de la población de la tierra de Palestina. Mientras que los judíos, que fueron llevados a Palestina en campañas de inmigración masiva coordinadas por las autoridades coloniales británicas y el movimiento sionista, consiguieron hacerse con el control de no más del 6% de la tierra de Palestina y representar el 31% de la población antes de 1948, cuando se proclamó la entidad sionista en la tierra histórica de Palestina.
En aquel momento, se le negó al pueblo palestino el derecho a la autodeterminación y las bandas sionistas emprendieron una campaña de limpieza étnica contra el pueblo palestino destinada a expulsarlo de sus tierras y regiones. Como resultado, las bandas sionistas se hicieron con el control por la fuerza del 77% del territorio de Palestina, del que expulsaron al 57% del pueblo palestino, destruyeron más de 500 aldeas y ciudades palestinas y cometieron decenas de masacres contra los palestinos, que culminaron con la creación de la entidad sionista en 1948.
Además, prolongando la agresión, las fuerzas israelíes ocuparon el resto de Palestina en 1967, incluyendo Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén, así como territorios árabes alrededor de Palestina.
2.- Durante estas largas décadas, el pueblo palestino ha sufrido todas las formas de opresión, de injusticia, de expropiación de sus derechos fundamentales así como políticas de apartheid.
La Franja de Gaza, por ejemplo, sufre desde 2007 un asfixiante bloqueo que dura ya 17 años y la ha convertido en la mayor prisión al aire libre del mundo. El pueblo palestino de Gaza también ha sufrido cinco guerras/agresiones destructivas, todas iniciadas por «Israel».
En 2018, los gazatíes lanzaron la Gran Marcha del Retorno para protestar pacíficamente contra el bloqueo israelí, contra sus miserables condiciones humanitarias y exigir su derecho al retorno.
Sin embargo, las fuerzas de ocupación israelíes respondieron a estas protestas con una fuerza brutal que mató a 360 palestinos e hirió a otros 19.000, incluidos más de 5.000 niños, en el espacio de unos pocos meses.
3.- Según cifras oficiosas, entre enero de 2000 y septiembre de 2023, la ocupación israelí mató a 11.299 palestinos e hirió a otros 156.768, en su gran mayoría civiles. Por desgracia, la administración estadounidense y sus aliados no le prestaron atención al sufrimiento del pueblo palestino en los últimos años, sino que han encubierto la agresión israelí.
Se contentaron con deplorar la muerte de los soldados israelíes el 7 de octubre, sin intentar averiguar qué había ocurrido, y se pusieron erróneamente del lado del discurso israelí al condenar el hecho de que civiles israelíes hubiesen sido blanco de los ataques.
La administración estadounidense ha prestado apoyo financiero y militar a las masacres de civiles palestinos perpetradas por la ocupación israelí y a su brutal agresión contra ellos, y los funcionarios estadounidenses siguen ignorando las masacres perpetradas por las fuerzas de ocupación israelíes en Gaza.
4.- Las violaciones y la brutalidad israelíes han sido documentadas por numerosas organizaciones de la ONU y grupos internacionales de derechos humanos, como Amnistía Internacional y Human Rights Watch, e incluso por grupos israelíes de derechos humanos.
Sin embargo, estos informes y testimonios han sido ignorados y nadie le pide rendir cuentas a la ocupación israelí. Por ejemplo, el 29 de octubre de 2021, el embajador de «Israel» ante la ONU, Gilad Erdan, insultó al sistema de la ONU al romper un informe destinado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU durante un discurso en la Asamblea General, y lo arrojó a una papelera antes de abandonar el estrado. A pesar de ello, fue nombrado al año siguiente -en 2022- vicepresidente de la Asamblea General de la ONU.
5.- La administración estadounidense y sus aliados occidentales siempre han tratado a «Israel» como un Estado por encima de las leyes; le proporcionan la cobertura que necesita para seguir prolongando la ocupación y reprimiendo al pueblo palestino, y también le permiten a «Israel» explotar esta situación para expropiar más tierras palestinas y judaizar sus santuarios y lugares sagrados.
A pesar de que la ONU ha emitido más de 900 resoluciones en los últimos 75 años en apoyo del pueblo palestino, «Israel» se ha negado a cumplir ninguna de estas resoluciones, y el VETO de Estados Unidos ha sido una constante en el Consejo de Seguridad de la ONU para impedir cualquier condena de las políticas y las violaciones de «Israel». Por lo tanto, consideramos que Estados Unidos y otros países occidentales son cómplices y socios de la ocupación israelí en sus crímenes y en el continuo sufrimiento del pueblo palestino.
6.- En cuanto al «proceso de solución pacífica»: aunque los Acuerdos de Oslo firmados en 1993 con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) prevén la creación de un Estado palestino independiente en Cisjordania y la Franja de Gaza, «Israel» ha destruido sistemáticamente cualquier posibilidad de establecer el Estado palestino mediante una vasta campaña de construcción de colonias y de judaización de las tierras palestinas en Cisjordania y la Franja de Gaza ocupadas. Después de 30 años, los partidarios del proceso de paz se han dado cuenta de que han llegado a un punto muerto y de que este proceso está teniendo consecuencias catastróficas para el pueblo palestino.
Las autoridades israelíes han confirmado en repetidas ocasiones su rechazo absoluto a la creación de un Estado palestino. Apenas un mes antes de la Operación Diluvio de Al Aqsa, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, presentó un mapa del llamado «nuevo Oriente Próximo», que representaba a «Israel» extendiéndose desde el Jordan al mar Mediterráneo, Cisjordania y la Franja de Gaza incluidas. El mundo entero presente en la Asamblea General de las Naciones Unidas permaneció en silencio ante este discurso lleno de arrogancia y de negación de los derechos del pueblo palestino.
7.- Tras 75 años de implacable ocupación y sufrimientos, tras el fracaso de todas las iniciativas de liberación y retorno de nuestro pueblo, y tras los desastrosos resultados del llamado proceso de paz, ¿qué esperaba el mundo del pueblo palestino en respuesta a lo siguiente?:
- Los planes israelíes de judaizar la bendita mezquita de Al Aqsa, sus intentos de dividirla temporal y espacialmente, y la intensificación de las incursiones de colonos israelíes en la mezquita sagrada.
- Las prácticas del gobierno israelí, extremista y derechista, que prácticamente se prepara para anexionar toda Cisjordania y Jerusalén en la llamada «soberanía de Israel», mientras que los planes sobre la mesa oficial israelí incluyen expulsar a los palestinos de sus hogares y barrios.
- Los miles de detenidos palestinos en las prisiones israelíes, que están privados de sus derechos fundamentales y sufren agresiones y humillaciones bajo la supervisión directa del ministro fascista israelí Itamar Ben-Gvir.
- El injusto bloqueo aéreo, marítimo y terrestre impuesto a la Franja de Gaza desde hace 17 años.
- La expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania a niveles sin precedentes, y la violencia diaria perpetrada por estos colonos contra los palestinos y sus propiedades.
- Los siete millones de palestinos que viven en condiciones extremas en campos de refugiados y otras zonas y que desean regresar a la tierra de la que fueron expulsados hace 75 años.
- El fracaso de la comunidad internacional y la complicidad de las superpotencias para impedir la creación de un Estado palestino.
¿Qué se esperaba del pueblo palestino después de todo esto? ¿Que siga esperando y confiando en la impotencia de la ONU?
¿O que tomara la iniciativa de defender al pueblo palestino y sus tierras, sabiendo que el acto de defensa es un derecho consagrado en las leyes, normas y convenciones internacionales?
En vista de lo anterior, la Operación Diluvio de Al Aqsa del 7 de octubre fue un paso necesario y una respuesta normal a todos los complots israelíes contra el pueblo palestino y su causa.
Se trató de un acto defensivo en el marco de la eliminación de la ocupación israelí, la recuperación de los derechos de los palestinos y en el camino hacia la liberación y la independencia, como han hecho todos los pueblos del mundo.
Segundo: Los acontecimientos de la Operación Diluvio de Al Aqsa y nuestras respuestas a las acusaciones israelíes
A la luz de las acusaciones y alegaciones fabricadas por Israel sobre la Operación Diluvio de Al Aqsa del 7 de octubre y sus repercusiones, el Movimiento de Resistencia Islámica – Hamás aclara lo siguiente:
1.- La Operación Diluvio de Al Aqsa del 7 de octubre tuvo como objetivo emplazamientos militares israelíes y buscó detener a soldados enemigos con el fin de presionar a las autoridades israelíes para que liberasen a los miles de palestinos detenidos en prisiones israelíes como parte de un acuerdo de intercambio de prisioneros. Por tanto, la operación se centró en destruir la División de Gaza del ejército israelí atacando emplazamientos militares israelíes estacionados cerca de asentamientos israelíes alrededor de Gaza.
2.- Evitar dañar a civiles, especialmente a niños, mujeres y ancianos, es una obligación religiosa y moral de todos los combatientes de las Brigadas Al-Qassam. Recordamos que la resistencia palestina estuvo perfectamente disciplinada y apegada a los valores islámicos durante la operación y que los combatientes palestinos sólo atacaron a los soldados de la ocupación y a quienes portaban armas contra nuestro pueblo.
Al mismo tiempo, los combatientes palestinos se esforzaron por evitar herir a civiles a pesar de que la resistencia no posee armas de precisión. Además, si ha habido casos de civiles atacados, ha sido accidentalmente y en el curso de enfrentamientos con las fuerzas de ocupación.
Desde su creación en 1987, el movimiento Hamás se comprometió a evitar dañar a civiles. Después de que el criminal sionista Baruch Goldstein cometiera una masacre contra fieles palestinos en la mezquita Ibrahim de la ciudad ocupada de Hebrón en 1994, el movimiento Hamás anunció una iniciativa destinada a evitar que los civiles soportaran el peso de los combates entre todas las partes, pero el ocupante israelí la rechazó y ni siquiera hizo comentarios al respecto. Hamás repitió estos llamamientos en varias ocasiones, pero cayeron en saco roto por parte de la ocupación israelí, que siguió atacando y matando deliberadamente a civiles palestinos.
3.- Es posible que se cometieran errores en la ejecución de la Operación Diluvio de Al Aqsa debido al rápido colapso del sistema militar y de seguridad israelí y al caos provocado a lo largo de las zonas fronterizas con Gaza.
Como muchos han atestiguado, el movimiento Hamás trató a todos los civiles detenidos en Gaza de forma positiva y amable, e intentó desde los primeros días de la agresión liberarlos, y así ocurrió durante la tregua humanitaria de una semana, cuando estos civiles fueron liberados a cambio de la liberación de mujeres y niños palestinos de las prisiones israelíes.
4.- Las acusaciones de la ocupación israelí de que las Brigadas Al Qassam atacaron a civiles israelíes el 7 de octubre no son más que mentiras e invenciones. La fuente de estas alegaciones es la narrativa oficial israelí y ninguna fuente independiente ha probado ninguna de estas acusaciones. Es bien sabido que el discurso oficial israelí siempre ha tratado de demonizar a la resistencia palestina para justificar su brutal agresión contra Gaza.
He aquí algunos detalles que contradicen las acusaciones israelíes:
- Los vídeos grabados ese día -7 de octubre-, así como los testimonios de los propios israelíes que se publicaron posteriormente, demostraron que los combatientes de las Brigadas Al Qassam no atacaron a civiles, y que muchos israelíes murieron a manos del ejército y la policía israelíes debido a su confusión.
- La mentira de los «40 bebés decapitados» por combatientes palestinos también ha sido firmemente refutada, e incluso fuentes israelíes han desmentido esta mentira. Lamentablemente, muchas agencias de noticias occidentales han adoptado esta acusación y la han promovido.
- La insinuación de que los combatientes palestinos han violado a mujeres israelíes ha sido totalmente desmentida, incluso por el movimiento Hamás. Un informe del sitio web de noticias Mondoweiss del 1 de diciembre de 2023, entre otros, afirmaba que no había pruebas de las «violaciones masivas» supuestamente perpetradas por miembros de Hamás el 7 de octubre y que Israel estaba utilizando la acusación «»para alimentar el genocidio en la Franja de Gaza».
- Según dos informaciones aparecidas en el diario israelí Yedioth Ahronoth el 10 de octubre y en el diario Haaretz el 18 de noviembre, un helicóptero militar israelí mató a numerosos civiles israelíes, en particular a los que participaban en el festival de música Nova, cerca de Gaza, lugar en el que murieron 364 civiles israelíes.
Ambos informes indican que los combatientes de Hamás llegaron a la zona del festival sin conocimiento previo, y que el helicóptero israelí abrió fuego tanto contra los combatientes de Hamás como contra los participantes en el festival. Yedioth Ahronoth también informó de que el ejército israelí, para impedir nuevas infiltraciones desde Gaza y evitar que los combatientes palestinos detuvieran a israelíes, atacó más de 300 objetivos en las zonas que rodean la Franja de Gaza.
Otros testimonios israelíes han confirmado que las incursiones del ejército israelí y las operaciones de sus soldados mataron a muchos cautivos israelíes y a sus guardias. El ejército de ocupación israelí bombardeó casas en colonias israelíes donde había combatientes palestinos e israelíes, aplicando así la famosa «directiva Aníbal» del ejército israelí, que establece claramente que «es mejor un rehén civil o un soldado muerto que capturado vivo» para evitar llevar a cabo un intercambio de prisioneros con la resistencia palestina.
Además, las autoridades de ocupación han revisado el número de sus soldados y civiles muertos de 1.400 a 1.200, tras descubrir que 200 cadáveres calcinados eran de combatientes palestinos muertos y mezclados con cadáveres israelíes. Esto significa que los que mataron a los combatientes son los que mataron a los israelíes, sabiendo que sólo el ejército israelí tiene aviones militares que mataron, quemaron y destruyeron zonas israelíes el 7 de octubre.
Los intensos ataques aéreos israelíes sobre Gaza que provocaron la muerte de casi 60 cautivos israelíes también demuestran que a la ocupación israelí no le importan las vidas de sus cautivos en Gaza.
5.- También hay pruebas de que varios colonos israelíes de las colonias de los alrededores de Gaza iban armados y se enfrentaron a combatientes palestinos el 7 de octubre. Estos colonos fueron registrados como civiles cuando en realidad eran hombres armados que luchaban junto al ejército israelí.
6.- Al hablar de civiles israelíes, es importante saber que el servicio militar obligatorio se aplica a todos los israelíes mayores de 18 años -los hombres hacen 32 meses de servicio militar y las mujeres 24 meses- y que todos pueden llevar y usar armas. Esto se basa en la teoría israelí de la seguridad de un «pueblo armado», que ha transformado la entidad israelí en «un ejército que tiene un país».
7.- El brutal asesinato de civiles es un enfoque sistemático de la entidad israelí y uno de los medios de humillar al pueblo palestino. La masacre de palestinos en Gaza es una prueba clara de este enfoque.
8.- El canal de noticias Al Jazeera afirmó en un documental que en un mes de agresión israelí a Gaza, la media diaria de niños palestinos asesinados en Gaza fue de 136, mientras que la media de niños muertos en Ucrania -durante la guerra ruso-ucraniana- fue de un niño al día.
9.- Quienes defienden la agresión de Israel no miran los acontecimientos con objetividad, sino que tratan de justificar la masacre de palestinos por parte de Israel alegando que las víctimas civiles son daños colaterales de los ataques contra los combatientes de Hamás.
Pero este argumento no es aplicable a la Operación Diluvio de Al Aqsa del 7 de octubre.
10.- Estamos convencidos de que cualquier investigación equitable e independiente demostrará la veracidad de nuestra versión y la amplitud de las mentiras y la información engañosa de la parte israelí.
Esto incluye también las acusaciones israelíes sobre los hospitales de Gaza pretendidamente utilizados por la resistencia palestina como centros de mando: una acusación que no ha sido probada y que ha sido refutada por numerosos informes de la prensa occidental.
Tercero: Hacia una investigación internacional transparente
1.- Palestina es Estado miembro de la Corte Penal Internacional (CPI) y adhirió a su Estatuto de Roma en 2015. Cuando Palestina solicitó una investigación sobre los crímenes de guerra israelíes cometidos en sus territorios, se encontró con la intransigencia y el rechazo israelíes, así como con amenazas de castigar a los palestinos por su solicitud a la CPI.
También es lamentable mencionar que grandes potencias, que pretenden defender los valores de la justicia, se han puesto completamente del lado de la ocupación y se han opuesto a los planteamientos de los palestinos ante el sistema judicial internacional. Estas potencias quieren mantener a «Israel» como Estado por encima de la ley y asegurarse de que escapa a sus responsabilidades y a la obligación de rendir cuentas.
2.- Llamamos a esos países, en particular a la Administración estadounidense, Alemania, Canadá y el Reino Unido, a que, si quieren que prevalezca la justicia como pretenden, anuncien su apoyo a la investigación de todos los crímenes cometidos en la Palestina ocupada y presten todo su apoyo a los tribunales internacionales para que puedan llevar a cabo su labor con eficacia.
3.- A pesar de nuestras dudas sobre la voluntad de estos países de defender la justicia, le pedimos encarecidamente al Fiscal de la CPI y a su equipo a que viajen inmediata y urgentemente a la Palestina ocupada para investigar los crímenes y violaciones cometidos allí, en lugar de limitarse a observar desde la distancia o someterse a las restricciones israelíes.
4.- En diciembre de 2022, cuando la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución solicitando un dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) sobre las consecuencias jurídicas de la ocupación ilegal por «Israel» de los territorios palestinos, los (raros) países que apoyan a «Israel» anunciaron su rechazo a la medida, que fue respaldada por casi 100 países.
Y cuando nuestro pueblo -y sus grupos jurídicos y de defensa del derecho- buscaron procesar a los criminales de guerra israelíes en los tribunales de los países europeos -a través del sistema de jurisdicción universal- los regímenes europeos obstruyeron estos movimientos para permitir que los criminales de guerra israelíes siguieran en libertad.
5.- Los acontecimientos del 7 de octubre deben situarse en un contexto más amplio, y deben mencionarse todos los casos de lucha contra el colonialismo y la ocupación en la época contemporánea. Estas experiencias de lucha demuestran que para el mismo nivel de opresión cometido por el ocupante, habría una respuesta equivalente por parte del pueblo bajo ocupación.
6.- El pueblo palestino y los pueblos del mundo entero son conscientes del alcance de las mentiras y engaños practicados por los gobiernos que apoyan el discurso israelí en sus intentos de justificar su ciega parcialidad para ocultar los crímenes israelíes. Estos países conocen las causas profundas del conflicto, a saber, la ocupación y la negación del derecho del pueblo palestino a vivir dignamente en sus tierras. A estos países no le importa la prolongación del injusto bloqueo impuesto a millones de palestinos en Gaza, ni muestran interés por los miles de palestinos detenidos en prisiones israelíes en condiciones en las que sus derechos fundamentales son violados la mayoría de las veces.
7.- Saludamos a los pueblos libres del mundo entero, de todas las religiones, etnias y orígenes, que se reúnen en todas las capitales y ciudades del mundo para expresar su rechazo a los crímenes y masacres israelíes, y para mostrar su apoyo a los derechos del pueblo palestino y a su justa causa.
Cuarto: Un recordatorio al mundo: ¿quién es Hamás?
1.- El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) es un movimiento palestino de liberación nacional y de resistencia islámica. Su objetivo es liberar Palestina y hacerle frente al proyecto sionista. Su marco de referencia es el Islam, que determina sus principios, sus objetivos y sus medios. Hamás rechaza la persecución de cualquier ser humano o la vulneración de sus derechos por motivos nacionalistas, religiosos o sectarios.
2.- Hamás afirma que está en conflicto con el proyecto sionista y no con los judíos a causa de su religión. Hamás no lucha contra los judíos porque sean judíos, sino contra los sionistas que ocupan Palestina.
Son los sionistas quienes identifican constantemente el judaísmo y a los judíos con su propio proyecto colonial y su entidad ilegal.
3.- El pueblo palestino siempre se ha opuesto a la opresión, la injusticia y la masacre de civiles, sean quienes sean sus autores. Y sobre la base de nuestros valores religiosos y morales, hemos expresado claramente nuestro rechazo a lo que los judíos fueron expuestos por la Alemania nazi.
Recordamos aquí que el problema judío es esencialmente un problema europeo, mientras que el entorno árabe e islámico ha sido -a lo largo de la historia- un refugio para el pueblo judío y para otros pueblos de otras confesiones y etnias. El entorno árabe e islámico fue un ejemplo de coexistencia, interacción cultural y libertades religiosas. El conflicto actual está causado por el comportamiento agresivo del sionismo y su alianza con las potencias coloniales occidentales; por lo tanto, rechazamos la explotación del sufrimiento judío en Europa para justificar la opresión contra nuestro pueblo en Palestina.
4.- El movimiento Hamás, de acuerdo con las leyes y normas internacionales, es un movimiento de liberación nacional que tiene objetivos y una misión claros. Deriva su legitimidad del Derecho palestino a resistir a la ocupación, a la autodefensa, a la liberación y a la autodeterminación.
Hamás siempre ha querido limitar su combate y su resistencia a la ocupación israelí del territorio palestino ocupado, pero la ocupación israelí no lo ha respetado y ha cometido masacres y asesinatos contra palestinos fuera de Palestina.
5.- Subrayamos que resistir a la ocupación por todos los medios, incluso por medio de las armas, es un derecho legitimado por todas las normas, religiones y leyes internacionales, incluidas las Convenciones de Ginebra y su Primer Protocolo Adicional, así como las resoluciones de la ONU relacionadas, como la resolución 3236, adoptada por la 29ª sesión de la Asamblea General el 22 de noviembre de 1974, que afirma los derechos inalienables del pueblo palestino en Palestina, incluido el derecho a la autodeterminación y el derecho a regresar «a sus hogares y propiedades de los que fueron expulsados, desplazados y desarraigados».
6.- Nuestro inquebrantable pueblo palestino y su resistencia están librando una heroica batalla para defender su tierra y sus derechos nacionales contra la ocupación colonial más larga y brutal. El pueblo palestino se enfrenta a una agresión israelí sin precedentes que ha cometido odiosas masacres contra civiles palestinos, en su mayoría niños y mujeres.
Durante la agresión contra Gaza, la ocupación israelí ha privado a nuestro pueblo de alimentos, agua, medicinas y combustible, y sencillamente de todos sus medios de subsistencia.
Mientras tanto, los aviones de guerra israelíes han atacado salvajemente todas las infraestructuras y edificios públicos de Gaza, incluidas escuelas, universidades, mezquitas, iglesias y hospitales, en una clara señal de limpieza étnica destinada a expulsar al pueblo palestino de Gaza. Pero los partidarios de la ocupación israelí no han hecho sino mantener el genocidio en curso contra nuestro pueblo.
7.- El uso por parte de la ocupación israelí del pretexto de la «legítima defensa» para justificar su opresión contra el pueblo palestino es un proceso de mentira, engaño y tergiversación de los hechos. La entidad israelí no tiene derecho a defender sus crímenes y su ocupación.
El pueblo palestino tiene derecho a obligar al ocupante a poner fin a la ocupación.
En 2004, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) emitió una opinión consultiva en el asunto de las «Consecuencias jurídicas de la construcción de un muro en el territorio palestino ocupado», en la que declaró que «Israel», -la fuerza de ocupación brutal-, no puede invocar su derecho de legítima defensa para construir un muro en territorio palestino. Además, en virtud del derecho internacional, Gaza sigue siendo un territorio ocupado, por lo que las justificaciones para llevar a cabo la agresión contra Gaza carecen de fundamento y carecen de capacidad jurídica y de la esencia de la idea de legítima defensa.
Quinto: ¿Qué es lo que necesitamos?
La ocupación es una ocupación, no importa cómo se describa o se llame, y sigue siendo un instrumento para quebrar la voluntad de los pueblos y continuar oprimiéndolos. Por otra parte, las experiencias de los pueblos y naciones a lo largo de la historia sobre cómo liberarse de la ocupación y el colonialismo confirman que la resistencia es el enfoque estratégico y la única manera de liberarse y acabar con la ocupación.
¿Se ha liberado una nación de la ocupación sin lucha, resistencia o sacrificio?
Los imperativos humanitarios, éticos y jurídicos obligan a todos los países del mundo a apoyar la resistencia del pueblo palestino y no a oponerse a ella. Se supone que deben hacer frente a los crímenes y agresiones de la ocupación y apoyar la lucha del pueblo palestino por liberar sus tierras y ejercer su derecho a la autodeterminación, como todos los pueblos del mundo.
Sobre esa base hacemos el siguiente llamamiento:
1.- El cese inmediato de la agresión israelí contra Gaza, los crímenes y la depuración étnica cometidos contra toda la población de Gaza, la apertura de los cruces fronterizos y la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, incluidas las herramientas de reconstrucción.
2.- La ocupación israelí debe rendir cuentas por el sufrimiento humano que ha causado al pueblo palestino, y procesarla por los crímenes cometidos contra la población civil, la infraestructura, los hospitales, las instituciones educativas, las mezquitas y las iglesias.
3.- Apoyar la resistencia palestina a la ocupación israelí por todos los medios posibles, como un derecho legitimado por las leyes y normas internacionales.
4.- Hacemos un llamamiento a los pueblos libres de todo el mundo, en particular a las naciones que han sido colonizadas y que son conscientes del sufrimiento del pueblo palestino, para que adopten posiciones serias y eficaces contra las políticas de doble rasero adoptadas por los países poderosos que apoyan la ocupación israelí.
Hacemos un llamamiento a esas naciones para que inicien un movimiento mundial de solidaridad con el pueblo palestino y hagan hincapié en los valores de justicia e igualdad y en el derecho de los pueblos a vivir en libertad y dignidad.
5.- Las superpotencias, en particular los Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, entre otros, deben dejar de proteger a la entidad sionista de toda responsabilidad y dejar de tratarla como un país por encima de la ley. Este comportamiento injusto por parte de esos países ha permitido que la ocupación israelí cometa, durante 75 años, los peores crímenes jamás cometidos contra el pueblo, la tierra y los valores sagrados de los palestinos. Exhortamos a los países de todo el mundo, hoy más que nunca, a asumir sus responsabilidades con arreglo al derecho internacional y a las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas que llaman al fin de la ocupación.
6.- Rechazamos categóricamente cualquier proyecto internacional o israelí que pretenda determinar el futuro de Gaza y que sólo sirva para prolongar la ocupación. Subrayamos que el pueblo palestino tiene la capacidad de decidir su futuro y de organizar sus asuntos internos, y que ninguna parte del mundo tiene derecho a imponer ningún tipo de tutela sobre el pueblo palestino o a decidir en su nombre.
7.- Instamos con fuerza a oponerse a los intentos de Israel de provocar una nueva ola de expulsiones –o una nueva Nakba– para los palestinos, especialmente en los territorios ocupados en 1948 y en Cisjordania. Insistimos en que no habrá deportación al Sinaí, Jordania o cualquier otro lugar, y que si los palestinos son reubicados, será en sus hogares y en las zonas de las que fueron expulsados en 1948, como lo confirman numerosas resoluciones de las Naciones Unidas.
8.- Llamamos a mantener la presión popular en todo el mundo hasta el fin de la ocupación. Llamamos a oponerse a los intentos de normalización con la entidad israelí y a un boicot global de la ocupación israelí y de quienes la apoyan.
Gaza destruida… ¿en nombre de qué?
Tomado de Diario Mapuche