El vicepresidente para las Comunas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y excanciller de la República (2017-2021), Jorge Arreaza, destacó que el secuestro de Alex Saab no es un caso aislado, sino uno político y los venezolanos están en la obligación de defender su causa.
Arreaza ejercía funciones como canciller cuando el imperialismo estadounidense ordenó la detención de Saab en Cabo Verde, cumpliendo con una supuesta alerta roja de Interpol que en principio no existía, dijo.
Explicó que para ese momento Estados Unidos (EE.UU.) ya lo tenía en la mira y había lanzado acusaciones por supuesto lavado de dinero, todo porque tenían conocimiento de que Saab había gestionado la llegada a Venezuela de los primeros buques con combustibles provenientes de Irán.
“Tuve la oportunidad de estar de cerca en el caso. Cuando él sale de Venezuela no había ninguna alerta roja del organismo, cuando aterriza en Cabo Verde tampoco; primero los gringos lo secuestraron y luego la emitieron para justificar la acción en el sistema de Interpol”, explicó durante una actividad de solidaridad promovida por el PSUV en el estado Barinas.
Recordó que esa misma madrugada se le informó sobre la detención y se establecieron contactos con el canciller de Cabo Verde, a pesar de que no querían atender las llamadas porque sabían que estaban violando convenciones. “Ninguna policía puede detener a un diplomático, es un pecado en el derecho internacional”, dijo.
“Alguien por ahí de Cabo Verde que no puedo decir el nombre nos dijo: prepárense porque nosotros somos casi que una colonia gringa. La mitad de la población de Cabo Verde vive en Estados Unidos y cualquier problema con ellos nos va a costar mucho, agregó.
Arreaza detalló que Alex Saab era un ciudadano venezolano nacionalizado, que tenía años viviendo en el país, y que aceptó convertirse en agente diplomático, primero, porque era amigo del presidente Nicolás Maduro y; segundo, porque quería ayudar a lograr acuerdos que permitieran sortear las sanciones estadounidenses para que entraran los alimentos, medicinas y el combustible.
“Yo mismo le di las credenciales en aquel momento para unos viajes que iba a hacer. Y el mundo sabía, los gringos sabían que Alex Saab andaba por el mundo tratando de romper el bloqueo. Siempre supimos que como empresario estaba arriesgando su patrimonio personal, su integridad por ayudar al pueblo de Venezuela”, fustigó.
El excanciller explicó que el diplomático venezolano es parte de una pugna histórica del imperialismo contra Venezuela, y que por eso su defensa es una obligación para los revolucionarios y revolucionarias.
Fuente:FreeAlexSaab.Org
