Acuerdos alcanzados: -Se deroga el decreto 883 -Se instala una Comisión integrada por el Movimiento indigena y la mediación de @ONUecuador y Conferencia Episcopal – Se reemplaza el 883 por otro decreto, donde se atienden las demandas de quiene se movilizaron por 11 días, en los que murieron numerosos manifestantes, hay cien desaparecidos, miles de heridos y presos.
Este domingo 13 de octubre se dio inicio al diálogo entre el presidente Lenín Moreno y la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie).
Moreno inició pidiedo que las condiciones a las que se llegue en el diálogo se transformen en un nuevo decreto para beneficiar a los que más lo necesitan. «No hagamos el juego a quienes dejaron destrozado el país», dijo.
Mientras que, Jaime Vargas, presidente de la Conaie dice que “está indignado por todo lo que ha pasado». Y habló de los muertos, los heridos y los detenidos. Insistió, como luego lo hicieron otros dirigentes que no se moverían del pedido inicial de que se derogara el acuerdo con el FMI.
El encuentro se tardó luego de solucionar «algunos asuntos operativos y de seguridad», según menconó La Conferencia Episcopal Ecuatoriana y el Sistema de Naciones Unidas en Ecuador.
Moreno replicó a Vargas y dijo que, para él, la eliminación del subsidio a las gasolinas sí beneficiará a la población, sobre todo a la más pobre, pero que también fortalecerá la dolarización.
El mandatario alentó a buscar una fórmula para que el dinero que se genere por la eliminación del subsidio se dirija a los más pobres y señaló que en eso debería trabajar una comisión bilateral que analizará las posiciones.
Sin embargo, dijo que lo único que no hará es conversar con los correístas, es decir con los seguidores del expresidente Rafael Correa (2007-2017) a quien culpó de la crisis que afecta al país y de haber alentado una ola de desestabilización.
«No voy a conversar ni un solo momento es con los correístas», recalcó Moreno al atribuir de nuevo la responsabilidad de la ola de violencia a los partidarios de su predecesor.
Vargas pidió al jefe de Estado que se transparenten los acuerdos a los que han llegado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en cuyo marco se eliminaron los subsidios.
Se quejó de la falta de diálogo de los ministros en el último año y particularmente, pidió la separación de los ministros de Gobierno, María Paula Romo, y de Defensa, Oswaldo Jarrín por la «violencia desmedida» contra el pueblo en las protestas.
En la mesa de negociaciones, el dirigente indígena Abelardo Granda, pidió a Moreno derogar el estado de excepción, en vigor desde el pasado 3 de octubre en el área metropolitana, cuando estallaron las manifestaciones.
Por su parte, en una brillante y emotiva alocución una de las dirigentas indígenas llamada Sarayaku, lo puso a Moreno como lo que es, un criminal que ordenó reprimir y matar a su pueblo. Lo dijo sin pelos en la lengua y le advirtió que él cargará con la responsabilidad de todo lo hecho estos dias.
Luego del largo receso del diálogo entre representantes indígenas y el Gobierno nacional, se llegó al acuerdo de establecer un nuevo decreto que deja sin efecto el decreto 883.
Para ello, se va a instalar una comisión que elaborará el nuevo decreto., misma que va a estar integrada por las organizaciones indígenas y el Gobierno nacional .
Según anunciaron, contarán con la mediación d las Naciones Unidas y la Conferencia Episcopal. Por ello, se levanta el paro, se terminan las movilizaciones y se comprometen a reestablecer la paz en el país.
En las calles, miles de personas que seguían la discusión por radio o a través de algunos televisores (la conversación entre indígenas y gobierno se transmitió por cadena) estallaron en júbilo. No es para menos, el pueblo movilizado le torció el brazo a Moreno y al FMI. Ahora, vendrán nuevas batallas, pero esta la ganaron los de abajo, heroicamente.
Fuente: ResumenLatinoamericano
Así lo informaba Patricia Villegas para TELESUR
Se transmitía en el canal de TELESUR en Facebook
CONAIE Ecuador lo informaba en su cuenta de Twitter
Luego de la victoria en las nogociaciones la CONAIE hizo un llamado a una minka (trabajo colaborativo) popular para limpiar las calles.