opinión

La guerra terrorista de EEUU contra Venezuela

Stella Calloni (*)

Estamos asistiendo a uno de los mayores actos de terrorismo, no sólo económico sino de todo tipo, de Estados Unidos en su guerra contra Venezuela, porque de eso se trata el criminal congelamiento  de  los bienes de la República Bolivariana en territorio estadounidense para asfixiar a su pueblo y gobierno que soportan una brutal ofensiva imperial, potenciada  desde el pasado 23 de enero después de fracasar en otro intento de golpe de Estado contra el presidente Nicolás Maduro.

A estas medidas se le suma el bloqueo económico, financiero y comercial, que ha afectado profundamente a los venezolanos produciendo incluso muertes ante el desabastecimiento, no sólo de alimentos y otros productos, sino también de medicamentos, lo que es una violación a los derechos humanos y al derecho de los pueblos,  dejando además  pérdidas millonarias.

Las medidas de coacción contra funcionarios del gobierno, los varios intentos de magnicidio y de asesinar incluso al gabinete o dirigentes importantes, pero también a militares y campesinos, como ha sucedido recientemente a manos de paramilitares colombianos y de otros países, contratados como mercenarios, indican que intentan  infiltrarse y ocupar una parte del territorio, como lo actuado  en Libia  o en Siria. Es una fase más en sus intentos de  invadir ese país de lo que tratan de convencer a sus aliados.

Otra escalada fueron las  “sanciones” contra los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un  programa de alimentación que atiende a más de seis millones de familias. Esta sanción   violenta toda regla internacional y humanitaria, como los sabotajes que han dejado sin luz a ese país o diversas zonas en varios ataques similares.

El periodista y escritor venezolano  Earle Herrera advierte que la operación de EE.UU contra las CLAP  se denomina de “saturación y asfixia”, denunciando que por aire, aviones de espionaje electrónico (Aries II EP-3) rastrean las rutas de distribución  de las “peligrosas” cajas de comida. “Por tierra Brasil y Colombia les cierran la frontera. Por mar sancionan a las navieras que traigan los productos. Y por el ciberespacio y el espectro radio eléctrico se lanzan incesantes bombardeos de fake news (noticias falsas). No es el desembarco de Normandía. Pero por Dios!”.

La orden ejecutiva además de  autorizar sanciones contra países que ayudan al gobierno venezolano como Rusia y China y, sobre todo, coloca a la empresa  Citgo bajo la tutela del líder opositor Juan Guaidó,lo que no es  un  dato menor, debido a que éste  no pudo apropiarse de esa empresa como había decidido Trump, porque la orden  de un tribunal de arbitraje estadounidense establecía a  pagar con Citgo una deuda del gobierno venezolano con otra empresa.

Con esta orden ejecutiva, al bloquear todas las propiedades del gobierno de Venezuela,  Estados Unidos  se queda con Citgo filial de la venezolana Petróleos de Venezuela, lo que es otra violación evidente de las normas internacionales y un acto de piratería y robo  consentido por los países europeos, para vergüenza de sus pueblos y del mundo.

“Es es la primera vez en 30 años que usamos un congelamiento de bienes contra un gobierno en este hemisferio (…) Funcionó en Panamá (1988), funcionó en Nicaragua una vez (1985), y va a funcionar allí otra vez, también  va  funcionar “en Venezuela y  Cuba”, afirmó el asesor de Seguridad, John Bolton, uno de los mayores fundamentalistas estadunidenses, hablando en Lima, Perú, otro país sembrado de bases, tropas y establecimientos militares de Estados Unidos.

Es importante lo de Panamá, para aquellos que se tragaron que la invasión a ese país en diciembre de 1989 fue contra el general Manuel Antonio Noriega o los que en el caso de Nicaragua parecen no reconocer que se amenaza también con invadir a esa nación, como ya lo hicieron tantas veces, mientras  algunos intelectuales  que se dicen de  izquierda  se alinean del lado Washington, porque no quieren ver la verdad en sus espejos europeizantes e ignoran el golpe de Estado intentado en 2018, financiado , asesorado y dirigido por EE:UU, como está documentado.

NO AL DIALOGO

Las medidas contra Venezuela aparecen  además en momentos en que avanzaba el diálogo del gobierno de Maduro con la oposición en Barbados,  con mediación de Noruega.  Ante el apoyo de Guaidó como jefe de la Asamblea Nacional a las nuevas medidas, consideradas por el presidente Maduro como  “una grave y brutal agresión perpetrada de manera continuada y artera por parte de la administración Trump contra Venezuela”, se decidió  suspender el diálogo. . Hasta ahora Washington ha obstaculizado, todos los procesos de diálogo..

Por su parte, Guaidó encabezó un acto en Caracas con  un mensaje al presidente Maduro  acusándolo de ser “responsable” de la falta de luz, la falta de agua,de comida, de todo. “Si te interesa tanto Venezuela vete de Miraflores, y mañana te levantan las sanciones”, dijo y consideró que este brutal embargo es “un día de logros” en la lucha por Venezuela.

Esto sucede con la  complicidad de los países europeos y los lacayos regionales, aceptando el  montaje de Trump y sus asesores, que  se ha convertido en un sainete, aunque trágico, de la política de esa administración hacia Venezuela y el mundo.

Para vergüenza de América Latina, el informe absolutamente parcializado  preparado  por la  alta comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas,  la chilena Michelle Bachelet para llevar ante el Consejo de Derechos Humanos  en Ginebra, advierte, entre otros puntos -destinados evidentemente a que Estados Unidos aumente sus acciones contra Venezuela,-  que desde 2016, “el régimen de Maduro y sus instituciones” han puesto en marcha una estrategia “orientada a neutralizar, reprimir y criminalizar a la oposición política y a quienes critican al Gobierno”, instando al mandatario a tomar medidas para “detener y remediar las graves vulneraciones de derechos económicos, sociales, civiles, políticos y culturales”.

¿Hubiera podido  la señora Bachelet pararse en medio de una plaza en Santiago de Chile  para decir lo que dijo Guaidó en Caracas  contra Maduro,  durante la dictadura del general Augusto Pinochet que asesinó a miles de chilenos y entre ellos a su padre?. ¿Y puede decir que el gobierno de Maduro es una dictadura cuando el traidor a su patria Juan Guaidó, no sólo apoya, sino justifica esta terrible violación a los derechos humanos que significa  el sacrificio de todo un pueblo, la destrucción de un país a lo que cínicamente considera “un logro” en la lucha contra Maduro?” y lo dice en  Caracas, no en el exilio,

Todo este dolor, hambre, muerte y terrorismo aplicado por Washington para que “su” ridículo presidente “encargado” pueda sentarse en el sillón presidencial de Venezuela con tantos cadáveres bajos sus pies. ¿Y a eso le llaman democracia?.

Según Guadó esas “sanciones impuestas  por el gobierno de EE.UU son para  para el régimen de Maduro, ”y se  aplican como “producto  de las herramientas que tiene el mundo y las democracias para presionar a una dictadura”. Si estas son herramientas democráticas ¿qué puede esperar el mundo?

Las medidas tomadas ratifican que el gobierno de Trump  nunca quiso el diálogo. Lo que quiere es el control absoluto de  Venezuela, apropiarse del petróleo y otros recursos de ese país, como han confesado varios de sus funcionarios.

Algo para recordar.

Hay mucho más en estos años de guerra contrainsurgente (que por cierto contiene a lo que llaman asimétrica, híbrida y demás) bajo amenazas de todo tipo,  con sabotajes y terrorismo incluido, violación permanente del espacio aéreo y otras acciones. Casi 50 mil millones de dólares ya  están  congelados si se suma lo  saqueado por Washington y el oro en bancos de Gran Bretaña..

Esta es también una escalada de guerra en lo económico, mediático, político y militar contra China y  Rusia. En estos días la respuesta de China a las bravuconadas del presidente Donald Trump, hizo temblar a la Casa Blanca y al mundo, aunque los feroces asesores del mandatario parecen no entender que todo ha cambiado, que ya no son la potencia omnipotente y única.

Sin entender su situación real, levantando el  dedo al estilo Nerón, Trump, señala el mapa y ordena  Jerusalén será la capital de Israel y traslada  la embajada norteamericana a esa ciudad.  Las alturas (sirias) del Golán son de Israel, todo esto después de  haber ordenado la “prueba” de una potentísima bomba sobre el invadido y ocupado Afganistán. A dedo levantado  decide que  Guaidó, un venezolano adiestrado por sus fundaciones y organismos de inteligencia- pero evidentemente muy poco fogueado- sea “presidente encargado” de Venezuela.

En los últimos días, Trump y su par-en todos los sentidos- Jair Bolsonaro, ordenaron, como dueños del mundo, que se suspendiera el juicio político al presidente de Paraguay, Abdo Benítez, quien había tenido que dar  un paso atrás después de haber firmado con el mandatario brasileño  un acuerdo que era nada más y nada menos que entregar la soberanía, favoreciendo en todo a Brasil por la represa de Itaipú, lo que fue entendido por el pueblo y hasta por figuras de su gabinete “como traición a la patria”, por lo cual renunciaron tres ministros entre ellos el canciller, que mostraron que la dignidad puede existir aún en las sombras.

Y lo peor es que (Nerón)  Trump ordena a Europa, mejor dicho a los gobiernos de Europa, salvo honrosas excepciones,  tan decadentes como su mandante, que acepten la fantochada del “presidente encargado”. mientras las embajadas reales del gobierno de Maduro, continúan sus tareas diplomáticas. Un disparate histórico, nunca visto.

Recientemente  en la Reunión del Movimiento de Países No Alineados(MNOAL)  en julio en Caracas se habló de cómo reaccionar ante este tipo de situaciones, entendiendo que la nueva decisión sobre Venezuela es mucho más que una escalada, ya que además con el argumento de preparar la invasión a ese país, Estados Unidos extendió  su red de bases y establecimientos militares en toda América Latina, incluyendo países donde ya existían. En todos los casos con presencia militar también de Israel.

El  Buró de Coordinación del MNOAL en Caracas conformó  un grupo de  estudio sobre qué hacer ante las medidas de coacción  unilaterales del gobierno norteamericano contra naciones soberanas, como Venezuela, Cuba, Nicaragua en nuestra región y otras en el mundo y  por primera vez se dedicará a estudiar este tema “y cómo contener las agresiones  contra la soberanía de nuestros pueblos”, anunció el canciller venezolano Jorge Arreaza.

Llegó el momento no sólo de la solidaridad activa de pueblos con Venezuela varios de ellos también víctimas del gran proyecto geoestratégico de recolonizar nuestra América Latina, sino que se necesita la unidad  de la mayoría de países del mundo para detener este poder fascista que intenta extender sus “fronteras seguras” cercando a la humanidad.

(*) Periodista y escritora argentina