Al Comité del Premio Nobel de la Paz:
En medio de una pandemia mundial sin precedentes en la historia moderna, hay un grupo de seres humanos de un pequeño país, que ha proporcionado esperanza e inspiración a personas de todo el mundo: los médicos y enfermeros cubanos (7.400 trabajadoras y trabajadores voluntarios) que forman parte de la Brigada Médica Internacional Henry Reeve, que ahora trabajan para combatir el COVID-19 en el mundo entero. En reconocimiento a su magnífica solidaridad y desinterés, salvando miles de vidas al poner sus propias vidas en peligro, les instamos a que se les conceda el Premio Nobel de la Paz de este año. Lejos de refugiarse, salieron a ayudar para combatir dicha enfermedad a lo largo y ancho del mundo.
Es la misma Cuba, que vive un brutal bloqueo económico hace décadas, quien sigue mirando al mundo con ojos solidarios, fraternos y con un gran amor al prójimo.
Son decenas las uruguayas y uruguayos que ejercen la medicina en nuestro país luego de haberse graduado en Cuba gracias a su solidaridad. También reconocemos la enorme solidaridad de los médicos cubanos, que al día de hoy llevan casi 100 mil operaciones de la vista en nuestro país, realizadas a personas de bajos recursos, quienes de otra manera estarían condenados a perder la vista. En este mundo en el que vivimos, donde el capitalismo habla de la meritocracia, el egoísmo por encima de la solidaridad y de lo material y el capital por encima de lo humano, Cuba con sus brigadas médicas nos muestra una vez más, que el camino de la solidaridad es el camino para avanzar a una mejor sociedad.
En momentos en que el mundo está sufriendo una devastadora pandemia, la Brigada Médica Internacional Henry Reeve está trabajando globalmente para combatirla y llevar salud y recuperación a los pacientes afectados. El mundo se conmovió al ver a los cubanos ir a la parte más infectada de Italia, Lombardía, para ayudar a salvar vidas. Desde el 1 de mayo de 2020, más de 1.450 miembros del personal médico cubano están luchando contra el COVID-19 en 21 países: Angola, Antigua y Barbuda, Barbados, Belice, Cabo Verde, Dominica, Granada, Haití, Honduras, Italia (Lombardía y Piamonte), Jamaica, Nicaragua, Principado de Andorra, Qatar, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía, Sudáfrica, Surinam, Togo y Venezuela.
Durante el brote de ébola en 2014, la brigada de respuesta a emergencias compuesta por 250 médicos especializados, enfermeros y otros trabajadores de la salud constituyeron la operación médica más grande en el terreno en Sierra Leona, Guinea y Liberia. Por el trabajo solidario en ésta materia, la Organización Mundial de Salud (OMS) le entregó el Premio de Salud Pública en Memoria del Dr. Lee Jong-Wook. "Hacer lo correcto, en el lugar correcto, en la manera correcta, solía decir el fallecido Dr. LEE Jong-wook", dijo el presidente de KOFIH, IHN Yohan. "Estamos encantados de honrar su memoria con este premio a la Brigada Henry Reeve", concluyó en el acto de entrega del mencionado premio.
“No ofrecemos lo que nos sobra: compartimos lo que tenemos”, es su eslogan. Lo que prioriza el compromiso por la vida humana, en cualquier condición política, social o económica por sobre lo económico o político. La cantidad de vidas que han salvado es incalculable, en la batalla contra el COVID-19 y en todas sus misiones: pero lo concreto de su profunda solidaridad humana e internacional es el mejor ejemplo para inspirar a todos los pueblos en la lucha contra el virus y frente a las dificultades de la reconstrucción.
Por todo lo señalado es que convocamos a firmar en apoyo a la campaña por la candidatura de las Brigadas Médicas Internacionales cubanas Henry Reeve al Premio Nobel de la Paz.
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